La leche de coco es fuente de vitamina A y E, y minerales como el potasio y el calcio. Además, es una excelente fuente del ácido graso láurico que actúa fortaleciendo la inmunidad.
Una alternativa 100% vegan, deliciosa libre de lactosa y gluten para los intolerantes o alérgicos a la leche animal.
Procedimiento:
- Toma un coco seco, sácale el agua de uno de los 3 orificios.
- Ábrelo o partelo, luego sácale la pulpa cuidadosamente con un cuchillo pequeño, corta la pulpa en trocitos metela en la licuadora y junto con medio vaso de agua tibia alrededor de 150ml. y licua por minuto y medio alternando las velocidades hasta que se quede una leche homogénea.
- Seguidamente, cuela el batido que acabas de preparar. Lo puedes hacer de 2 formas:
- con la ayuda de un embudo y una tela, o siemplemente con una muselina (como te muestro en la foto).
- con un colador para café de tela (nuevo).
Una vez colada la leche de coco, puedes reservar la fibra para integrarla en mezclas de panquecas o galletas, le darán un toque extra de sabor.
Para convertirla en crema para la preparación de platos cocidos:
Luego de colar, te habrán salido alrededor de 200ml de leche de coco, a la que le debes agregar 1 cucharadita de maicena o sémola de papa/patata, con la intención de que espese, cuando elijas usarla como ingrediente espesante en platos salados o dulces.
Si esta leche pura de coco la metes en la nevera de un día para otro en la parte más fría de la misma, la grasa propia del coco se elevará y podrás extraerla para usarla como un aceite o manteca para preparar frutas salteadas que no requieran de más de 5 min. de cocción.
Al realizar este procedimiento, cuando llegue el momento de usar tu leche de coco casera, deberás adicionar esta vez 2 cucharadita colmadas de sémola de papa/batata o de maíz (maicena); la razón es porque al extraerle la grasa, la capacidad de espesor disminuye.